EL REFLEJO DEL CONSERVADURISMO EN LA MODA
Porque el fascismo también contamina la moda.
CULTURA POPMODASOCIALPOLÍTICA
Mariana Escárcega
7/25/20254 min read


El futuro es como la moda, incierto. Aunque quieras o no, las tendencias de moda están correlacionadas con el estado político y económico del país e incluso de otros países. La moda es performativa y es el reflejo de los sentimientos y emociones de la sociedad.
Pero esto no es un secreto, sino una realidad que se ve cuando un líder político decide segregar a gente por su color de piel con la ideología de “mejorar” el país; cuando hay un resurgimiento de dictaduras y oligarquías en la política; o cuando el feminismo es aún más rechazado junto con los podcast “red pills”; e incluso cuando el mes del pride ya no es celebrado por grandes corporaciones.
A simple vista, esto puede parecer solo problemas políticos y sociológicos, sin embargo, la moda se ve afectada de estos. Old money, quiet luxury, trad wife, para mencionar algunas, son las tendencias que se han visto desde hace un par de años. Estas tendencias evocan superioridad, lujo, tradicionalismo y clasicismo. Lo que a su vez sugieren un regreso a una época en la que la feminidad, la modestia y la moderación se valoraban en perjuicio de la igualdad de derechos.
Se idealizan pensamientos y roles conservadores (de derecha) en donde la mujer debe de actuar y vestirse de cierta forma para encajar en las labores del hogar y en donde el hombre es el único proveedor, capaz de hacer y deshacer a su gusto. También, en donde la autoexpresión y el individualismo se ve vulgar y ofensivo, con la excusa de ser tone deaf ante el ambiente sociopolítico del mundo. Detrás del maquillaje “clean girl/look aesthetic” (incluso el “no makeup makeup look”) y los vestidos midi, se esconde una verdad inquietante, el regreso de una estética que idealiza la desigualdad de roles.
Pero te estarás preguntando, ¿por qué surge? Después del maximalismo y la sobreexpresión que hubo en la pandemia y la pospandemia, estas tendencias surgen de la necesidad de la clase alta a volver a destacarse del resto (en un mundo donde la ostentación se había vuelto accesible para todos) con lujo silencioso y la necesidad de la clase media y baja de priorizar ropa funcional que puedas usar y combinar de muchas maneras. La pregunta tiene muchas respuestas, pero una de ellas es clara: en tiempos de incertidumbre, regresar a lo familiar ofrece el mejor consuelo.




Succession (2018).
Nara Smith (izquierda), influencer tradwife.




Clean girl look.
Michael Koors (2025).
Indicadores en la moda que podemos observar hoy en día.
Existe un término llamado The hemline index (su traducción literal sería “El índice de dobladillos”) en la que se establece una correlación directa entre el largo típico de las faldas y el estado actual de la economía. El índice sugiere que cuando los dobladillos de las faldas son más cortos, la economía está en auge. Por el contrario, las faldas más largas indican una economía en declive. En pocas palabras: cuanto más corta es la falda, más fuerte es la economía.
Por otro lado, también existe el lipstick effect, que es una teoría que afirma que frente a una crisis económica, los consumidores están más dispuestos a comprar artículos de lujo menos costosos. En lugar de comprar bolsas caras o prendas de alta costura, la gente compra cosméticos caros, como marcas de maquillaje de alta gama. Quizá estos indicadores que podemos observar, subrayan la necesidad que tenemos de mostrar estabilidad al resto de la sociedad, aunque esta sea falsa.
1.- Colores neutros y sobrios
2.- Prioridad a piezas atemporales y bien hechas.
3.- Escotes no pronunciados como el cuello de tortuga
4.- El rechazo de crop tops, jeans rasgados, mini skirts y logos.
El sentimiento se puede resumir en esta oración escrita por Alice Keegan: “¿Pero ahora de dónde se supone que vamos a comprar ropa para el antro? Da igual, tampoco es como si pudiéramos pagar los precios de las bebidas y el taxi...”
Espero que después de leer este artículo puedas preguntarte: no solo qué está de moda, sino por qué lo está.











