EL TERCER HOMBRE, REZAGOS DE GUERRA

Los tiempos de guerra bajo el criterio de Sir Carol Reed.

PELÍCULASCINECINE DE EUROPACINE INGLÉS

Por Máximo Hollander

8/20/20254 min read

Third Man, 1949.

“Mira ahí abajo, ¿en verdad sentirías algo de lástima si alguno de esos puntos dejara de moverse para siempre? Si te ofreciera veinte mil libras por cada uno de esos puntos que se detuvieran, ¿me dirías que me quede mi dinero o calcularías cuantos puntos aceptarías derramar?, libre de impuestos, ¡libre de impuestos! que es la única manera de hacer una ganancia hoy en día”

– El Tercer Hombre, 1949.


¿Cómo se desenvuelve el amor, la libertad y el crimen en una sociedad de un país roto por una guerra?

Tiempos de guerra, en otras palabras tiempos de humanos, nunca en la historia de la civilización ha existido la humanidad sin algún conflicto bélico sucediendo en algún rincón del mundo. Siempre hemos coexistido con la guerra. Toda guerra cuenta con antecedentes, comienzos, procesos y en los mejores de los casos finales. Estas guerras siempre dejan un rastro, estragos de la violencia armada. Y con todo esto la vida sigue, la gente tiene que comer, dormir, hablar, amar, no importa qué tan mal puedan estar las cosas. De los tiempos post-guerra existen tantos ejemplos y en esta película del género “cine negro” (“film noir”) del director inglés sir Carol Reed, el ejemplo a tratar es la ciudad de Viena, capital de Austria después de la Segunda Guerra Mundial, la más grande guerra de la que se tiene cuenta.

La trama comienza con el escritor estadounidense Holly Martins mudándose a Viena por una promesa de trabajo de quien en su juventud fue su mejor amigo; Harry Lime. Al llegar a la ciudad lo primero que descubre es que su amigo ha muerto. En el funeral de su amigo conoce a quien era novia de Harry antes de su muerte, Anna, quien trabajaba de vedette y también conoce a dos policías, uno fan de sus novelas y el mayor Calloway, quienes están a cargo del caso de la muerte de Harry Lime. Holly quiere saber con detalle qué le pasó a su amigo pues los testimonios entre la gente que lo vió morir atropellado no conectan, el escritor descubre que la muerte de su amigo (al igual que su vida) tiene un trasfondo turbio. El escritor decide quedarse en Viena para esclarecer la muerte de su amigo.

Descubrí esta película leyendo La Línea Gótica, novela del italiano Ottiero Ottieri (1924-2002) donde trata la posguerra en Italia, cita tres películas para entender la mente del hombre moderno en los tiempos de incertidumbre post Segunda Guerra Mundial: Ladrón de bicicletas, La laguna azul y El tercer hombre.

Austria quedó dividida después de la Segunda Guerra Mundial, el país fue ocupado en 1945 por cuatro potencias que formaban parte de las fuerzas aliadas y repartieron el territorio; la parte inglesa, la estadounidense, la soviética y la francesa. En la declaración de Moscú hecha en 1943 se dejó de reconocer a Austria como parte de la Alemania nazi y en vez fue catalogada como la primera víctima de agresión nazi, sin reconocer su papel como aliados de las fuerzas hitlerianas. Fue territorio ocupado hasta su independencia total en 1955 después de promesas diplomáticas de quedar como una nación neutral.

Esta película es una producción inglesa. Escrita por el novelista inglés Graham Greene (1904-1991), protagonizada por el estadounidense Joseph Cotten (1905-1994) como Holly Martins, la actriz italiana Alida Valli (1921-2006) como Anna Schmidt, el inglés Trevor Howard (1913-1988) como el mayor Calloway y el legendario Orson Welles (1915-1985) como Harry Lime. Fue fotografiada por el cinematógrafo australiano Robert Krasker, de un estilo influenciado por características del expresionismo alemán; iluminación dura y uso de sombras prominentes. La música fue compuesta por Anton Karas (1906-1985), citarista austriaco, su composición para la película: “The Harry Lime theme”, fue la primera y más exitosa de su carrera que lo llevó a varios lugares del mundo a dar conciertos de su música. Nunca le gustó mucho el glamour y estaba consciente que esa canción era la única razón de su fama, él sólo quería regresar a su casa y vida normal. Es una composición que suena un tanto alegre y en algunas secuencias contrasta hasta de manera irónica con el tono oscuro que pueden cargar algunas escenas. Durante 1948, el director hizo la preproducción de la película visitando Viena, donde la actriz inglesa Elizabeth Montagu le mostró la ciudad, sus alcantarillas y bares de mala muerte. También escribió el guión en forma de novela contada desde el punto de vista de Calloway. No tenía la intención de distribuirla pero terminó siendo publicada de todos modos.

La historia nos muestra una ciudad rota por la guerra, donde el poder y la legalidad estaba en poder de quien pudiera tener más influencia entre el mercado negro y los distintos gobiernos involucrados y sus intereses. La vida pública y la vida privada siempre separadas pero nunca independientes, como Harry vendiendo la situación de migrante ilegal de su amor Anna para zafarse de problemas con la policía, delatando su pasaporte falso que él mismo forjó. También vender penicilina rebajada a hospitales. El bien y el mal suelen venir entremezclados, hasta el lado positivo de la guerra es defendido por el personaje de Orson Welles en la misma escena de la cita de apertura de este artículo, Harry Lime dice: “Sabes lo que dice ese hombre – en Italia, 30 años con los Borgia, guerras, miseria, derramamiento de sangre, pero produjeron a Miguel Ángel, Leonardo Da Vinci y el Renacimiento. En Suiza tuvieron 500 años de amor fraternal, democracia y paz, y ¿qué les trajo? ¡El reloj de cuclillo”. El diálogo más cínico de la película, justificando la guerra como motor del progreso. Deshacerse de la brújula moral para generar ganancia siempre ha parecido un camino del progreso; ‘si tienes que ir a la guerra, es más productivo hacerlo con gusto’. Todo puede ser usado como un arma y negocio para ganar la batalla en la guerra y en el amor.

MÁXIMO HOLLANDER

COLABORADOR

Ingeniero en audio, músico, actor.