ILLY BLEEDING: EL PRIMER PUNK IBEROAMERICANO.
La vida y muerte del líder de Size
ROCKMÚSICAPUNK
Por Luis Castañeda
10/28/20252 min read


Hace quince años partió una de las figuras más singulares y visionarias del arte mexicano: Jaime Keller Cortina, tambien conocido como Illy Bleeding.
Su paso por la música, la pintura, el grabado y el performance dejó una huella profunda en la cultura subterránea del país, abriendo caminos cuando todavía no existía el mapa. Fue músico, actor, artista visual, pero sobre todo, un espíritu libre que hizo de su vida una puesta en escena en permanente reinvención. Pionero del punk y la electrónica en latinoamerica, Illy fue de los primeros en traducir la energía del glam y la rebeldía punk al contexto latinoamericano. Desde sus inicios con The Pebble en Canada, su contacto con David Bowie, su atención a grupos como Televisión y The Damned, hasta la formación de Size (su grupo más emblemático junto a Walter Schmidt, Carlos Robledo y Alfonso Moctezuma), Bleeding construyó un lenguaje que unía la provocación, la teatralidad y la experimentación tecnológica. Su estética andrógina, su performace, sus letras y canto dramáticos, lo convirtieron en una presencia imposible de ignorar; un punk mestizo, un creador que entendió que el arte debía ser un acto total.
Como vocalista de Size, Illy ayudó a cimentar las bases del new wave, el synth punk y post-punk iberoamericanos. Canciones como El diablo en el cuerpo o La cabellera de Berenice siguen siendo testimonios de un tiempo en que el futuro se confeccionó desde los sótanos y los clubes oscuros. Su obra rompió el aislamiento del rock mexicano (que no por aislado no existía) conectándolo con lo que ocurría en Europa y Norteamérica sin perder identidad. Pero su talento trascendía los escenarios. Como artista visual, expuso en México, Estados Unidos y Europa, siempre explorando el cuerpo, el color y la metamorfosis. Fue maestro, grabador, fotógrafo de fauna mexicana junto a cientificos de la UNAM y fundador de colectivos de arte, dejando testimonio de su obsesión por la forma, la textura y la naturaleza. Su curiosidad lo llevó del punk al performance, del cine experimental a la ilustración científica, moviéndose entre mundos con la misma naturalidad salvajemente hermosa que un reptíl.
















Su figura sigue viva no solo en los discos o en los homenajes que lo recuerdan, sino en la actitud de quienes entienden el arte como libertad y como transgresión. Illy Bleeding fue un pionero, una presencia vital para el pulso del arte sub-altero, que hizo del riesgo su método y de la reinvención su credo; ese legado permanece vivo en toda la escena musical mexicana contemporánea, quien le debe mucho. Quince años después de su fallecimiento, su eco resuena como una advertencia luminosa de que el rock mexicano siempre ha existido en los márgenes, sin necesitar jamás del visto bueno de nadie para ser propositivo y trascendente. Illy vive en la memoria, en la estética y en la posibilidad de seguir creando mundos desde el exceso, el color y la alegre rebeldía del arte.
