RICHARD LINKLATER Y UN DIRECTOR POCO CONVENCIONAL

Reseña de lo último de Linklater, que se presenta en la 78a Muestra Internacional de Cine en México.

CINE DE EUROPACRÍTICACINEPELÍCULAS

Por Diego Pérez Marrufo

11/14/20253 min read

El artista incomprendido, aquel que, tras ir al estreno de la película de uno de sus amigos cinéfilos, se replantea sus prioridades.

Decide dejar su escritorio para embarcarse en la producción de su primer largometraje ¿Si Truffaut y Chabrol pudieron, por que Godard no? Si alguien se dedica a criticar películas, debe saber primero cómo se hacen. Nouvelle Vague muestra el proceso creativo de una de las grandes estrellas de la Nueva Ola Francesa, el viaje de un equipo técnico temeroso de las ocurrencias absurdas de su nuevo líder, un productor al que siempre ponen a prueba su paciencia, una actriz estadounidense replanteándose su decisión de participar en la película de un chiflado a primera vista y el protagonista masculino siempre fiel a su director de cabecera sin cuestionar las decisiones que toma durante el trayecto.

Más allá del valor biográfico que supone hablar sobre la concepción de una de las películas más importantes en la historia del cine por su técnica y narrativa (Y dejando de lado los miles de cameos de figuras importantes del círculo cinéfilo europeo de aquella época) Linklater encuadra a un hombre que es fiel a su manera de hacer las cosas, que es capaz de olvidarse de los problemas externos para enfocarse en resolver sus dudas internas, pero que se enfrenta a un terreno desconocido, a realizar su primer largometraje con una serie de condiciones y un equipo de trabajo que no esta acostumbrado a lidiar con su visión artística.

Guillaume Marbeck es poseído por el espíritu del mismo Godard durante más de hora y media, siempre pegado a sus cigarros y gafas de sol desafiando cualquier regla e idea que los demás tengan sobre el cine. En paralelo tenemos a Jean Seberg (Zoey Deutch) luchando por permanecer en su papel en un rodaje muy distinto a los de Preminger u otro director con los que ha trabajado con anterioridad.

Escena a escena, con un despliegue técnico en la fotografía de David Chambille digno de un filme grabado en 35mm a blanco y negro, en una ciudad parisina tan cuidada estéticamente como fácil de reconocer por su composición estructural, somos testigos de una sinergia en equipo, una familia disfuncional que esta a merced de un guion aún en desarrollo, con 20 días de rodaje y un presupuesto austero. Una situación en la que miles de cinéfilos y cineastas primerizos se sienten identificados y miles de productores sufren con los desvaríos poéticos y filosóficos que terminan financiando.

Esta búsqueda de honestidad y realismo por parte de Godard, y del mismo Linklater, a través de la ficción permiten observar y sentir lo bello del quehacer cinematográfico en comunidad. Nada es perfecto y justo es esa imperfección que permitieron que películas semejantes a À bout de soufflé o Les quatre cents coups de Truffaut abrieran la discusión de nuevas formas de hacer y ver cine. La complicidad en el arte es clave para llevar ideas a la realidad, a la gran pantalla.

El artista debe ser capaz de abrirse a su equipo de trabajo, no puede caer en el individualismo. Las escenas en la cafetería en las que están todos reunidos hablando del rodaje o simplemente descansando antes del siguiente emplazamiento en cámara se sienten tan humanas, llenas de risas, chistes o inclusive discusiones que terminan en golpes, generan una química entre los personajes que les da vida. Sientes que su verdadera pasión es su profesión, a pesar de las tensiones y desgastes que puedan sufrir.

El cine es un arte colectivo en el que uno solo no se puede salir con la suya y Nouvelle Vague condensa estas ideas en una historia entretenida, a la par de sentimental, que cualquiera puede disfrutar de principio a fin, seas un adicto al cine o un espectador casual.

Breathless (1959), Nouvelle Vague (2025).

DIEGO PÉREZ MARRUFO

COLABORADOR

Lic. en Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México.

Apasionado del cine y la música. Siempre buscando nuevos retos y capturando nuevos momentos. Finalmente encontré algo por lo que vale la pena vivir.